martes, 1 de julio de 2008

La profesión más maltratada



A punto de pasarse la fiebre roja, si nuestras figuras sureñas visitan sus localidades, seguro que muchos de mis colegas irán a cubrir el evento. Además, junto a ellos, podrá verse a los grandes medios, como rotativos nacionales, deportivos y las principales radios y televisiones. No será el único gran acontecimiento que hayan cubierto, ya que últimamente por estos municipios se ven muchos famosos. Los últimos fueron los que pasaron el dos de mayo por Móstoles...

Al contrario que los grandes, mis compañeros de local darán mayor espacio y cobertura a estos hechos, pero sin las facilidades del resto de medios. Es lo malo de pertenecer a un medio sin un gran nombre, que, como es normal, los privilegios los tienen otros que tal vez den una simple reseña de ese acto.

Mucha gente cree que el periodista de estos medios es un becario, pero también hay profesionales que aman su profesión por encima de todo y hacen su trabajo todo lo mejor que pueden o, mejor dicho, todo lo mejor que les dejan. El periodismo local es la mejor escuela para un periodista. Un periodista local es capaz de cubrir grandes acontecimientos con la profesionalidad de los grandes e incluso mejor porque conoce el ámbito en el que sucede el hecho. Además, es capaz de escribir de cualquier tema y, sobre todo, adaptarlo para que sus lectores lo entiendan que, gracias a estos medios, se enteran de lo qué pasa por su localidad.

Este periodista es un luchador, ya que permanentemente tiene que batallar para hacer su trabajo, encontrando en su camino a esos "esbirros políticos" que le sugieren que cambie tal o cual titular o los gabinetes de los ayuntamientos y otras empresas que le recuerdan quien paga ese medio para el que trabaja. Además, sufre al mayor enemigo de la profesión: la censura. Una censura que viene desde dentro normalmente, ya que detrás de todos estos medios gratuitos hay distintos intereses y un trabajador, por muy bueno que sea, no debe ir contra ellos...

Me he encontrado varios casos de censura y presiones a lo largo de mi profesión, desde amenazas de empresas constructoras por querer contrastar una información a secuestros de publicaciones por permitir artículos de opinión que iban en contra de los intereses de la publicación.

El último caso fue la enemistad con todo un barrio de Fuenlabrada gracias a la mano negra de mi ex directora. Un grupo de vecinos recogía firmas contra una decisión municipal. Como me han enseñado en la facultad hay que contrastar lo que se escribe y, después de dar una amplia información sobre la decisión mencionada, era el momento de dar la voz a los que votan. Sin embargo, la buena señora decidió que no se podía perder la publicidad que ponía el Ayuntamiento y que eso de la objetividad y la ética periodística que estaba pasado de moda. Así que lo mejor era cambiar el artículo dejando a los vecinos como rebeldes sin causa y mentirosos que protestan contra una gran decisión del Consistorio, porque en estos medios el equipo de Gobierno siempre tiene razón. La consecuencia... cartas y llamadas amenazándome con querellas criminales por injurias e insultos a mi profesionalidad. Al final la cosa se arregló... pero no sé si pasearía por el barrio de El Ferial...

3 comentarios:

Óscar dijo...

Más razón que un santo....

Sonia Baños dijo...

Cómo me alegro de que cada día salten las voces de los que hacemos grandes a los periódicos: los periodistas. Hemos estado callados demasiado tiempo, teniendo en cuenta que comemos de los medios, pagamos las hipotecas, la luz, el coche... Voces cada vez más fuertes. Yo escribí uno ya hace tiempo, lo titulé "monos mecanógrafos", Pablo maderuelo también hizo el suyo, y Patricia Harpigny, ahora tú. Y sé que cada periodista local podría contar un millón de cosas de donde trabaja. Hay medios y medio, por supuesto, pero en la mayoría los periodista está teledirigidos, sin voz, ni voto y por supuesto con la ética profesional en entredicho.
Cuando los periodicos dejen de hacerlo los constructores y empiecen a hacerlo los periodistas se empezará a dar servicio informativo a las localidades. De momento, hay pocos y la gente tampoco es muy consciente, le da igual.
Un saludo Patricia.

Óscar dijo...

Sonia compañera, que yo tambien tengo blos!!!! :P