martes, 16 de julio de 2013

Entre txurris y marianitos: crónica del BBKlive 2013


Quien me conoce sabe de mi afición por la música. Así que decidí parar unos días en la búsqueda de decoración y acondicionamiento de mi casita y acercarme al BBK live. Bueno, he de decir que, desde que fui por primera vez a este festival, estoy enganchada a él y cuando compré la entrada comencé a tachar en el calendario lo que faltaba para disfrutar de unos días de música y buena compañía.

Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de "guiris" que había, lo que me recordó a cierto festival en concurso de acreedores (espero que el BBK no siga el mismo camino). Al parecer, hay agencias que comercializan paquetes que incluyen San Fermines y el BBK, así que imaginaros como llega el personal al festival... para tirarse ladera abajo del Kobeta, como hicieron algunos...

La verdad es que este año me pareció que el recinto estaba un poco masificado y eso que la asistencia fue menor que el pasado año. Según la organización, en esta edición pasamos por allí durante los tres días 105.000 almas. De ahí las interminables colas para montar en las lanzaderas para llegar al recinto y canjear el bono por la deseada pulsera. Y el primer día, por subir con el tiempo justo y utilizar los medios gratuitos de la organización para ello, comencé el festival perdiéndome mi primer concierto de interés: Alt-J. Menos mal que Alex Ebert y amigos, más conocidos como Edward Sharpe & the Magnetic Zeros, me devolvieron la sonrisa.

La jornada siguió con Editors y disfruté a lo grande bailando éxitos como "A ton of love", "Munich", "The racing rats" o "Papillon". Pero había que prepararse para el plato fuerte. Así que de nuevo a hacer cola para dejarme timar 5€ por un bocadillo insulso mientras de fondo escuchaba a Charles Bradley, una mezcla de James Brown y Otis Reding. Una vez con el bocadillo en mano, a tomar posiciones al escenario principal que Depeche Mode estaba dando la bienvenida a su mundo. Más de dos horas en las que Gahan, Gore y Fletcher lo dieron todo y eso que tuvieron problemillas de sonido en plena "Precius", pero se vuelve a empezar y listo.

Un repaso a su último disco en el que no faltaron grandes éxitos como "Walking in my shoes", "Policy of truth", "Enjoy the silence", "Personal Jesus" o "Just can't get enough". Después de ese momento era difícil parar. Menos mal que Two door cinema club siguió llevando al público por la senda del baile, que llegó al culmen con su "What you know". Creímos que Delorean, el siguiente en la lista del día, haría lo mismo, pero a más de uno se le "hizo bola" así que pensamos que una retirada a tiempo era una victoria.

Al igual que el día anterior, antes de subir a Kobetamendi, cogimos fuerzas a base de marianitos y pinchos variados. Por cierto, si visitáis Bilbao, os recomiendo pasaros por el Soiz 107 en el Casco Viejo de la ciudad...

Esta vez para subir decidimos dividirnos. Unos, probaron las bondades de la línea 58 del Bilbobús y otros decidimos apostar por el taxi, visto el resultado de los medios gratuitos de la organización. Mala decisión, pues olvidamos que durante esos días los taxis en Bilbao están muy solicitados. Así que adios a un nuevo concierto: The Vaccines. Sin embargo, mirando los relámpagos que en esos momentos estaban encima del monte, como que no me importó mucho perderme a los británicos que, al parecer con la que estaba cayendo, tampoco completaron su concierto.

Y llegó el tormentón... que, en el caso de mi grupo, pasamos en el taxi y metidos en diferentes lanzaderas de las que comunicaban zona de conciertos y de acampada mientras esperábamos a una ambulancia que ayudara a nuestros amigos con movilidad reducida a acceder a los conciertos. Fuera caía la del pulpo y los autobuses se llenaban de guiris en remojo.

Cuando por fin alcanzamos el recinto, teníamos dos opciones: carpa, en la que Fuel Fandango lo estaba dando todo ante los refugiados de la tormenta, o, ya que había pasado lo malo, ver a The Klaxons. Aunque solo conocía su tema "Golden skans", me gustó el grupo de James Righton and friends.

Y llegaron los protagonistas del día: los Followill o, lo que es lo mismo, Kings of Leon. Mis felicitaciones a los señores Leon por esos hijos y nietos tan guapos que ofrecieron hora y media de rock and roll sin olvidar temas como "Radioactive", "Pyro", "Crawl", "Knocked up", "On call" o las míticas "Be somebody" y "Sex on fire". Sin embargo, me pareció un concierto demasiado plano, sin la garra esperada. Caleb, el cantante, decía que estaba mal de la voz y quizá esa fue la razón de que el bajo de Jared no tuviera suficiente potencia.

Y después de los guapos.., a dejarnos otros 5€ y a pasarnos por el escenario principal donde actuaba Public Image Limited (PIL), capitaneado por quien fuera vocalista de los Sex Pistols, John Lydon. Pero al final decidimos dejar el punk de un viejo Juanito Podrido (después de verl, entiendo el apodo) y acercarnos a conocer lo nuevo de Standstill. Que no estaba mal... pero el grupo catalán era demasiado conceptual para ese horario... Así que a bailar con 2 Many DJs que, sin apenas despeinarse, hicieron una sesión elegante con guiños a Chimo Bayo, MGMT, Daft Punk y terminaron con un genial mashup del "Lithium" de Nirvana. Un buen broche para volver a la pensión...

Y llegamos a la tercera jornada festivalera, que empezó más musical con un concierto gratuito de El Columpio Asesino en la Plaza Arriaga. Esta vez, tras nuestra habitual visita al txurri del 107, probé las bondades del 58 (muy fan) que nos dejó entre el recinto de conciertos y un bar en el pudimos prepararnos para la intensa jornada que nos esperaba.

Como entrantes tuvimos a The Hives y a su alocado cantante que gritó, bailó, saltó, corrió, se dejó querer e hizo que los presentes saliéramos con un kilo menos con un potente directo en su línea sin olvidar "Have to say I told you so" y, como broche, "Tick tick boom". Tras ellos, a seguir bailando con Delorentos.

El día pintaba bien y los siguientes en la lista eran Vampire Weekend y sus canciones con influencias africanas parecía que invitaban a seguir bajando kilos. Pero, para mi sorpresa, el grupo de Ezra Koenig dio un concierto soso acompañado por una poca acertada escenografía. Vamos que los vampiritos podían haberse quedado en la cueva...

Pero pronto apareció un nuevo torbellino en el escenario: Billie Joel Armstrong y Green Day. Las críticas compararon este concierto con una berbena, pero a mí me pareció que los californianos llevaron a la locura al BBK con una actuación potente en la que Billie interactuó con el público demostrando ser un auténtico showman. Dos horas y media, que comenzaron a "99 revoluciones", en las que no daba respiro y en las que no paró de subir a fans al escenario o de contar con actuaciones especiales como la de su hijo.

 Disfraces, regalos, versiones... y éxitos como "Holiday", "Boulevard of broken dreams", "American idiot", "Wake me up when September ends", "Longview", "Brutal love" o "Basket case". Y cuando creías que ya había terminado, ahí estaba de nuevo Billie :-).

Después de tal descarga de locura, era el turno de Fatboy Slim. Pero los tres días de música comenzaban a notarse y las piernas no eran capaces de seguir la sesión de Norman Cook. Así que... BBK, hasta el año que viene...

Al día siguiente, antes de venirnos, un paseíto por la playa y con nostalgia a casa. En la mochila, muchas fotos, grandes momentos y muchas ganas de repetir...

viernes, 5 de julio de 2013

La primera noche


Todas las primeras veces son especiales y ésta no iba a ser menos. La verdad es que no la preparé mucho, simplemente surgió y me obligó a adelantar algunos planes de compra.

Y llegó el momento!!! La sensación era una mezcla de nervios y emoción... Una pasada rápida por la casa de mis padres para coger algo de ropa, una visita al super para comprar la cena y a mi casa a prepararlo todo.

De fondo elegí a mi fiel compañera: la música. La selección de mi iPod puso la banda sonora al momento hasta que llegó la hora de dormir, claro. La sensación era extraña. Un silencio que rompía DJ Genius y el sonido del whatsapp con los mensajes de vecinos, amigos y familiares dándote la enhorabuena por la ocasión.

Allí estaba. Metida en la camita que me acababan de traer por la tarde pensando en todo lo que había pasado hasta ese momento: la lucha por la casa, la lucha por la firma, el acondicionamiento de la casa, las largas jornadas de limpieza o la elección de los primeros muebles... Un montón de recuerdos que venían a mi mente hasta que me quedé dormida. Tengo que decir que dormí genial y que mi colchón es de sobresaliente :-).

El día siguiente empezó antes. Había que acostumbrarse a una nueva rutina y una nueva ruta para ir al trabajo que lleva más tiempo y salir de mi casa tan pronto resultó un poco raro, ya que hasta ahora cuando salía estaba casi anocheciendo...

Primera prueba para la independencia superada, cuando tenga el kit completo ya podré empezar mi nueva vida y de momento voy por buen camino... Ya falta menos...