Al final pasó.... Martinsa declaró la suspensión de pagos y dejó a miles de futuros propietarios con una profunda incertidumbre y cabreo. En el caso de los adjudicatarios mostoleños se dan varios estados de ánimo: frustración, impotencia, duda, resignación... Bueno eso en el caso de los que están pagando su vivienda, porque aquellos afortunados con una de la promoción de alquiler con opción a compra que también construía Martinsa, bajo el nombre de FERCLER S.L, pues la verdad el tema no les asusta, total ellos tendrán su vivienda, la construya FERCLER o quien sea.
El problema viene en los que hemos dado el dinero. Desde Martinsa se garantiza que las viviendas siguen adelante y que estarán en el plazo prometido. El Ministerio de Vivienda dice que amparará a los afectados, miedo me da... y el Ayuntamiento de Móstoles da también esperanzas.
La cosa sería más fácil si los futuros propietarios tuviésemos entre nuestras manos el ansiado aval, es decir ese documento en el que una entidad bancaria o aseguradora considera viable la obra y garantiza la devolución del dinero aportado en el caso en que la promoción no llegue a buen término, y de momento no lo está haciendo. Pero claro, estando las cosas como estaban, quién iba a confiar en Martinsa... y el papelito no llegaba.... Ante el panorama, los afectados tenemos varias opciones: seguir adelante encomendándonos a todos los santos o rechazar los pagos, en este caso nos declararíamos morosos y el castigo por parte de la promotora sería ejemplar. Total que, hablando claro,... estamos jodidos.... Así que sólo nos queda esperar, contar con apoyo y que todo quede en una mala anécdota.
El problema viene en los que hemos dado el dinero. Desde Martinsa se garantiza que las viviendas siguen adelante y que estarán en el plazo prometido. El Ministerio de Vivienda dice que amparará a los afectados, miedo me da... y el Ayuntamiento de Móstoles da también esperanzas.
La cosa sería más fácil si los futuros propietarios tuviésemos entre nuestras manos el ansiado aval, es decir ese documento en el que una entidad bancaria o aseguradora considera viable la obra y garantiza la devolución del dinero aportado en el caso en que la promoción no llegue a buen término, y de momento no lo está haciendo. Pero claro, estando las cosas como estaban, quién iba a confiar en Martinsa... y el papelito no llegaba.... Ante el panorama, los afectados tenemos varias opciones: seguir adelante encomendándonos a todos los santos o rechazar los pagos, en este caso nos declararíamos morosos y el castigo por parte de la promotora sería ejemplar. Total que, hablando claro,... estamos jodidos.... Así que sólo nos queda esperar, contar con apoyo y que todo quede en una mala anécdota.
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