domingo, 10 de mayo de 2020

Semana 8

Querido diario:

...se apagaron los aplausos...

Hemos entrado en la Fase 0 de la famosa desescalada y, por lo que veo en la calle, creo que, al menos en Madrid, nos quedamos en ella (como así ha sido...)

Esta semana mi sentimiento dominante ha sido la indignación. He comenzado a hacer uso del permiso que nos han dado y he empezado a mover las piernas (dos meses metida en casa pagan factura).

Las personas que hacemos deporte tenemos dos franjas horarias reservadas: de 6 a 10 y de 20 a 23 horas, compartiendo espacio con las personas que salen a andar y, de paso, a saltarse normas establecidas e ir a sitios bastante frecuentados, en muchos casos sin protección. Que aquí cuando nos dan normas, vemos cómo saltarlas...

El salir a la calle no quiere decir que el virus se haya ido, significa, como dijo un médico por Twitter, que, si no se es responsable, hay una cama libre en la UCI.

Y en eso de responsabilidad no andamos sobrados... pero si en quejarnos de porqué no podemos hacer lo que hacíamos antes. ¿Quizá porque estamos en una situación de crisis sanitaria por una pandemia?

Yo creí que sería más sencillo... Que al hablar de salud y vidas, lo cogeríamos... que esto va de protegerse a uno mismo y al resto... de practicar esa solidaridad que hemos visto en los balcones y al principio del confinamiento... Pero que va... en cuanto han dado libertad, ha vuelto el egoísmo y la solidaridad se ha esfumado... mientras no me toque a mí... luego volveremos a llorar...

La gente no se da cuenta de que el mundo ha cambiado. No solo fuera, con una naturaleza más agradecida, sino que nuestra rutina también se ha visto afectada y las reglas sociales también y el final de esta lucha debe ser una victoria colectiva... “win to win”... Ahora nuestro papel ha cambiado. Ya no hacemos solo el bien quedándonos en casa, sino también cuidando de los que nos rodean, y no son solo nuestro círculo cercano, sino aquellos con los que coincidimos en la calle.

No podemos verlo... pero el virus sigue ahí y ya ha puesto fin a cerca de 27.000 vidas...

Mientras, seguiremos bajando peldaños... si nos dejan, por una escalera a oscuras, que no parece de estar del todo segura y en la que más de un escalón pueda darnos alguna sorpresa y provocar un accidente... no lo agravemos...




No hay comentarios: