domingo, 31 de mayo de 2020

Semana 11

Querido diario:

Ya estamos en la fase 1, aunque yo siga viviendo en la cero. En parte por obligación, que hartura de exámenes...

En la fase 1 te permiten reunirte con hasta 10 personas en una terraza o en una casa y eso es lo que he hecho: reunirme y celebrar que podía hacerlo. No te lo vas a creer, pero estaba muy nerviosa, parecía una primera cita: estudiando qué ponerte (estos días iba con ropa vieja cuando salía a comprar) y, sobre todo, qué protocolo seguirías a la vuelta. Finalmente, lo mejor es la naturalidad e integrar nuevos hábitos en esta nueva rutina. Choque de codo y  listo. Aunque lo mejor ha sido volver a encontrarse con la familia, aunque haya sido con distancia y sin abrazos ni besos.

Una nueva rutina o normalidad que viene con programas de televisión sin público, con aforos limitados en los locales, con carteles de flujos de circulación de personas, con geles de alcohol everywhere, con transportes medio vacíos, con sonrisas ocultas, con abrazos a distancia, con marcas de ropa lanzando mascarillas reutilizables, con coreografías sin portés y bailarines enmascarados, con reporteros con mascarillas y guantes...

Reporteros que expresan su asombro ante la performance que se desarrolla en nuestras instituciones políticas y a cargo de aquellos que tienen el volante de este coche que muchas veces parece circular a toda velocidad y sin frenos.

Y mientras se representa esa especie de tragedia griega (con sacrificios incluidos) las cifras van también a su aire. Es que muchos datos estaban repetidos o los responsables de mandar los datos desde las Comunidades Autónomas que no saben contar. Finalmente, a mediados de semana se obró el milagro y cerca de 2000 personas desaparecieron del balance de fallecidos. Ríete de la resurrección de Lázaro...

Y mientras la opinión pública se fijaba en un dato, aparecían otras estadísticas (descenso en el número de pensionistas y número de muertes en marzo) que hacían ver que el Gobierno y los que cuentan no son de ciencias a juzgar lo mal que se les dan los números...

Sean una cantidad u otra, lo cierto es que se han encendido nuevas estrellas en el cielo y en honor a ellas España está de luto que empezó parándose durante un minuto. Díez días en honor a las 27.127 víctimas oficiales a día de hoy.

Pero la vida sigue y las terrazas y las calles vuelven a llenarse como si estos dos meses encerrados y aplaudiendo en los balcones hubieran sido un capítulo de una serie.

Pero no. Es real y el virus sigue a lo suyo (aunque ahora dicen que más débil) y está en nuestras manos evitar otro mal capítulo. Solo hay que hacer las cosas bien ¿Seremos capaces?



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