Y mientras estos 130 ciudadanos luchan porque se les construyan sus casas y comenzar a hacer cuentas para afrontar la hipoteca, otros mostoleños se ven obligados a renunciar a su lotería. Me refieron a los agraciados (IMS). Un sueño que se ha convertido en pesadilla y ahora, que tienen la posibilidad de entrar a vivir en su hogar, no pueden hacerlo.
Y es que la crisis también ha llegado a estos inmuebles. A pesar de ser municipales, el banco también tiene su papel y estás viviendas tienen su hipoteca... poca... pero ahí está y muchos de sus inquilinos futuros no pueden afrontarla o la crisis ha hecho que carezcan de la nómina obligatoria.
A este paso, la gran apuesta del Ayuntamiento, el PAU4, se quedará en un chasco: parcelas sin construir y viviendas a precio de saldo vacías. Y es que ya se sabe... nunca llueve a gusto de todos... unos, como locos porque les construyan sus casas y otros, que ya las tienen, no pueden vivir en ellas. Seguro que muchos de los afectados de Martinsa no dudarían en ofrecerse como voluntarios para cubrir esas plazas....
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