Bueno esto marcha... Una semana después de la firma de escrituras, la comunidad de supervivientes ha empezado a andar.
Aunque, por lo general, este paso es previo a la cita con el notario, dada la urgencia de nuestro caso (evitar pasar al banco malo, pagar un 6% más de IVA y decir adios a las desgravaciones) se nos ha permitido elegir a nuestro Sr. Cuesta a posteriori. Bueno, y ya puestos, hemos elegido un vicepresidente y dos vocales que marcarán las actuaciones a un administrador. El primer orden del día era largo y ya se llevaba trabajado tras una reunión con el propietario mayoritario: Fercler.
La sesión al principio iba como la seda: presentación y votación de cargos, autorización de firmas, apertura de cuenta bancaria, autorización al administrador para solicitar el CIF de la comunidad, aprobación de presupuesto provisional y cuota de arranque de la comunidad y decidir el tiempo de contrato para la compañía de gestión energética. Aquí se lió parda... Las cuotas no convencían, pero no quedaba otra que aceptar el chantaje de la compañía instaladora del sistema y darles puerta al año y no tras los tres que proponía. Y aquí viene el consejo: no a contratos superiores al año y a ofertas de tarifas planas.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que había un representante de Fercler en la sala, bueno en los garajes, el personal aprovechó para hacer peticiones y quejas a la promotora. El enviado de Martinsa tenía la sensación de encontrarse en una jaula de leones hambrientos, por lo que hizo mutis por el foro en cuanto se le presentó la ocasión...
Las reuniones han cambiado de objetivo. Ya tenemos nuestras casas... Ahora las quejas irán en otra dirección... Paciencia, compañeros :-)
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