"Estás loca". "Con la que está cayendo".... Sí. Lo sé. Pero han sido cuatro largos años de espera y por fin ha llegado el momento de casarme!!.
Y es que comprar una casa es como un matrimonio. Primero, sientes atracción y, después de meditarlo mucho, decides dar el paso y empezar la relación previa firma de un contrato de compra venta.
A partir de ahí todo es cuestión de ilusión, paciencia (en mi caso infinita), lucha (hasta las últimas consecuencias) y un "regalo mensual" para mantener viva la relación, concretamente 29 pagarés. Además, como está relación no ha sido nada sencilla, añado maldiciones variadas para todos los agentes implicados, especialmente dos....
Pero por fin ha llegado el momento de afianzar esta relación. A pesar de todo lo que hemos pasado, quiero mi casa y estoy dispuesta a pasar "todo un futuro juntos" con su actual propietario.
El enlace será este viernes 14 en una notaría elegida para la ocasión. El acto lo oficiará una Notaria y como testigos tendré a varios representantes de mi promotora favorita (modo ironía off) y a los del banco de los españoles, además de los invitados de la notaría y, claro, no podían faltar mis padres.
Como en una boda, también se firma un documento: la escritura de compraventa y subrogación al préstamo hipotecario. Por su importancia, el documento se te habrá facilitado previamente para que compruebes que tus datos y cantidades aportadas y pendientes estén bien y para que conozcas tus derechos y obligaciones, los de la parte vendedora y el historial de tu urbanización (calificaciones, licencias, subsanaciones, cargas canceladas...).
También, tendrás que hacer varias aportaciones económicas y además de los cheques que ya llevarás para pagar IVA, aplazados y otros gastos, el banco se encargará también de coger lo suyo (primas de seguros, dinero a adelantar...). Vamos que ese día tu cuenta corriente pasa de 100 a 0 en nada....
Una vez que des tu consentimiento y, sobre todo, la pasta, en lugar de una alianza, obtendrás tus preciadas llaves. No quedará mucho para ello, pero también habrá celebración, pues esta nueva etapa lo merece....
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