domingo, 14 de junio de 2020

Semana 13

Querido diario:

Ya se va acercando nuestra despedida... la nueva normalidad está cada vez más cerca y ya nos metemos de lleno en la rutina... me da una pereza, y miedo, bastante...

El balón echó a rodar esta semana, así que la sección de deportes ha dejado de contar historias de superación para volver a lo de antes...

Esta semana fue mi primer contacto con Madrid después de hace tres meses y, salvo que la gente lleva mascarilla y pasea menos apretujada, no noté mucha diferencia, aunque he de confesarte que estaba muy nerviosa y sentarme en el metro me costó, eso sí no toqué nada.

También esta semana, ¡¡por fin!!, dije adiós a That’s English!. Fue muy raro hacer el Speaking en casa hablando con el profesor por web cam. Pero es lo que toca y hacia lo que vamos... así que las consejerías de Educación y el Ministerio empiezan a ponerse las pilas en teleformación, mientras que las escuelas de negocios empiezan a explotar todas las posibilidades que tiene. Gran invento y gran barrera si no se dota de accesibilidad. Espero que los que mandan se den cuenta que hay personas con discapacidad a los que esto no le está poniendo las cosas fáciles. Personas que de momento no se han tenido muy en cuenta en las decisiones y encima el Gobierno no hace más que recortar el gasto social para destinarlo a otras partidas. Alegría...

Esta semana el mundo sigue manifestándose: contra el racismo, la injusticia, la brutalidad policial, el paro, el cierre de empresas... levanta la voz, pero no hay quien escuche... Ahora hay otro asunto pendiente.

En España vamos sin frenos en la desescalada y en breve salimos del estado de alarma y todo queda en manos de nuestro sentido común y responsabilidad. Y mientras, me vuelven imágenes a la cabeza de cuando empezaron las noticias sobre el coronavirus y se producen rebrotes y vuelven a hablarse de muertos “con patologías previas”. Yo, de momento, invierto en mejorar mi espacio de trabajo y en cachivaches para ponerme en forma por lo que pueda venir.

Mientras escribo esto tenía como alternativa estar dando un paseo por Madrid, pero cada vez me cuesta más salir de la terraza de la esquina. No sé si será el llamado “síndrome de la cabaña” del que tanto se habla estos días o, más bien, que hay poco sentido común y bastante irresponsable suelto. Así que, como decía Dorothy en la película de “El Mago de Oz”: “se está mejor en casa que en ningún otro sitio”.



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